Veintitantos verbos para vivir

Cansada de tanto pesimismo diario a mi alrededor, en los periódicos, en las noticias, en los debates, incluso
en las reuniones familiares, he dicho ¡Basta!


Ya sé que tal como pintan las cosas en este mundo, la idea del "Más Allá" resulta últimamente más que tentadora para algunos, el Paraíso , el Cielo, la Felicidad Absoluta, en el fondo, el dejar de sufrir los problemas cotidianos. Pero, qué queréis que os diga, de momento, me aferro con todas mis fuerzas a  lo terrenal y en este 2013 me he planteado un reto a mí misma, sí, intento demostrar que sobran razones para levantarse cada día y ver que la vida merece la pena y tengo que encontrar, al menos, un verbo que empiece por cada una de las letras de nuestro abecedario, porque cada verbo es una acción, y cada acción es una dosis de energía.
Cabe la posibilidad de cambiar un verbo por otro y formar infinidad de combinaciones, cada cual puede adaptarlo a su propia personalidad, se trata de un alfabeto a la carta, se admiten sugerencias. 

A.  ABRAZAR
Sentir el contacto de las personas que amamos, nuestra pareja, nuestros hijos, padres, hermanos, amigos.
¡Resulta tan gratificante!.

B.  BAILAR
Mover nuestro cuerpo al ritmo de la música olvidándonos de la vergüenza. Hacerlo a nuestra manera, bien o mal, no importa, sólo disfrutar.Se pueden aprovechar los momentos propicios, como fiestas, bodas y otras ocasiones especiales, pero también en casa, oyendo música en la radio, todo vale.

C. CAMINAR
Por el campo, por un parque o por la calle, al aire libre al fin y al cabo. Algo tan básico y tan simple para el ser humano y  que está demostrado que nos hace sentir bien. Cuando nos acostumbramos a hacerlo a diario, nuestro cuerpo lo agradece y el día que no caminamos lo echamos de menos.

D. DORMIR una siesta
Hay jornadas que nos exigen un gran esfuerzo desde por la mañana, entonces es cuando nos hemos merecido nuestra siesta, no es preciso mucho tiempo, incluso yo diría que con veinte minutos tenemos suficiente para recargarnos las pilas y seguir funcionando.

E. ESCRIBIR
Puede ser una buena manera de desahogarse, una especie de autoconfesión. Una vez leídas, nuestras preocupaciones van perdiendo dramatismo paulatinamente. Por supuesto, también podemos escribir a un amigo, compartir ideas en un blog, pequeños relatos, todo lo que se nos ocurra.

F. FANTASEAR
A veces necesitamos imaginar que nos pasan cosas buenas, ilusionarnos con la posibilidad de conseguir las metas que nos hemos propuesto. Nuestra imaginación es muy potente y tiene la capacidad de hacernos visualizar la prosperidad que un día llegará, si lo deseamos con fuerza.

G. GUSTAR
En el sentido de caer bien, de hacernos querer por los demás, de tener un gesto amable, una sonrisa, no cuesta nada. Si bien es cierto, que para gustar a los demás, primero tenemos que gustarnos a nosotros mismos, por dentro y por fuera. Para sentirse atractivo hay que creérselo y ganárselo.

H. HACER el amor
El placer más primitivo, un regalo de la naturaleza que tenemos a nuestro alcance para disfrutar. Un gran generador de sana energía y buen humor.

I. INNOVAR
Crear ideas nuevas, cambiar nuestras rutinas diarias. El cerebro, como el resto del cuerpo, necesita ejercicio para no envejecer antes de tiempo, hay que sacarle el máximo provecho y no desperdiciar el talento que se nos ha concedido.

J. JUGAR.
El ocio también es importante para sentirse bien, hay una gran cantidad de juegos para elegir, cada cual tendrá sus preferencias, desde los clásicos juegos de mesa como las cartas, el ajedrez, el dominó..., pasando por los juegos deportivos, fútbol, tenis, baloncesto...hasta los más actuales que son los digitales.

L. LEER.
Todo lo que nos aporta la lectura es positivo y además es un placer, es una de mis aficiones favoritas. Cada libro es una aventura y una historia nueva que nos transporta a otros lugares y, a veces, a otras épocas, además cuanto más leemos más palabras nuevas aprendemos que nos ayudan a expresarnos mejor.

M. MIRAR una puesta de Sol.
Pararse un instante para contemplar algo tan sencillo y , a la vez, tan asombroso. Hay atardeceres espectaculares, si nos lo permiten las nubes y la tarde está despejada, merece la pena ver al Sol ocultarse detrás del horizonte, de las montañas o para los más privilegiados detrás del mar.

N. NADAR.
El movimiento rítmico entre nuestro cuerpo y el agua, el contacto directo de la piel con la frescura del agua en verano o la calidez de una piscina climatizada en invierno. Se siente una relajación total, la mente se queda en blanco y el cuerpo nos agradece el ejercicio muscular como si se tratara de un masaje.

O. OÍR música.
Oír nuestra canción favorita en la radio o una melodía que hace tiempo no escuchábamos, oír música donde sea, en un concierto, en la tele, en el móvil... Ahora es mucho más fácil con las nuevas tecnologías poder disfrutar de cualquier tipo de música que nos guste y aprovecharnos de su gran poder terapéutico.

P. PLANTAR.
Si disponemos de una terraza, un patio o un jardín tenemos la oportunidad de sembrar algo con nuestras propias manos, para sentir la satisfacción que da verlo crecer y prosperar, echar raíces y flores o incluso frutos, si se trata de un árbol, o en el mejor de los casos un huerto que nos permita saborear nuestras propias hortalizas.

Q. QUERER.
Sentir cariño y amor hacia los demás y demostrárselo, sobre todo a nuestros hijos, pareja, padres, hermanos, familiares y amigos, que no olviden que cuentan con nosotros para lo bueno y para lo malo, que sientan nuestro apoyo siempre que lo necesiten, incluso si están lejos. Seamos generosos con ellos.

R. REÍR.
Demostrar la alegría, el placer o la felicidad que sentimos en algún instante, reírse de una broma, un chiste, de una gracia. Reírnos con los demás o de nosotros mismos, tomar la vida con humor y contagiar a las personas que tenemos alrededor con nuestro optimismo.

S. SABOREAR.
Paladear con deleite el sabor de un alimento o bebida que nos guste, darse un capricho de vez en cuando y degustar detenidamente algo rico y delicioso. Cada uno tiene sus gustos, puede ser un bombón, un helado, una comida especial que hace tiempo que no probamos, algo dulce, salado, ácido o amargo.

T. TOMAR el Sol.
Sentir los rayos del sol en nuestra piel un ratito al día nos fortalece y proporciona energía a nuestro organismo. En el invierno lo echamos bastante de menos y nuestro estado de ánimo se resiente cuando se alarga el mal tiempo y prevalecen los días nublados; el Sol es necesario y nos da alegría de vivir.

U. UNIR.
El diccionario lo define muy bien, se trata de juntarse  dos o más personas para conseguir un determinado fin o para ayudarse mutuamente. Qué bueno es que los seres humanos nos necesitemos unos a otros cuando se trata de hacer el bien, ojalá todos los grupos, organismos y asociaciones tuvieran siempre ese objetivo, el Bien.

V. VIAJAR.
Trasladarse a otros lugares distintos de donde vivimos, lejanos o cercanos, eso no importa, se trata de conocer y admirar otras ciudades, pueblos, parajes naturales, playas, montañas, monumentos, lugares con encanto, especiales. Contemplarlos por primera vez o volver de nuevo para recrearnos en su belleza y en las sensaciones que nos producen.

Z. ZAMBULLIRSE.
Sumergirse, cuando sea posible, en el agua salada del mar y sentir esa impresión y ese vaivén que producen las olas, bucear para poder observar las maravillas que hay debajo, disfrutar de una maravillosa playa con sus cálidas o frías aguas. Los que somos de tierra adentro sentimos esa añoranza del Mar, ese deseo de volver.

Estos son mis veintitantos verbos, ¿te atreves con los tuyos?







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