Real Jardín Botánico de Madrid

Hay ciudades que aunque las visites mil veces siempre tienen algo nuevo por descubrir y una de ellas es Madrid, la capital de España, visitada por turistas que vienen de todo el mundo y que, sin embargo, los que la tenemos tan cerca no acabamos nunca de conocer a fondo. Después de tantos años, ésta ha sido mi primera visita al Real Jardín Botánico.


Y lo cierto es que no se encuentra precisamente en un lugar escondido de la ciudad para pasar desapercibido a la vista, ya que está situado cerca del Parque del Retiro, entre la Cuesta de Claudio Moyano o "calle de los libreros", el Paseo del Prado y la Plaza de Murillo, justo enfrente del Museo del Prado se encuentra la puerta de acceso al público.

El Jardín Botánico ocupa una superficie de ocho hectáreas hoy en día, aunque en su origen fueron diez, segregadas posteriormente para construir el Ministerio de Agricultura y abrir la calle de Claudio Moyano.
Su origen se remonta a 1755, cuando fue fundado por el rey Fernando VI, pero entonces su ubicación estaba cerca del río Manzanares, hasta que en 1781 el rey Carlos III decidió que se trasladara al lugar que ocupa hoy en día.


Estatua de Carlos III
Es un sitio ideal para pasar un rato agradable y alejarnos por el momento del asfalto de la ciudad, recorrer sus caminos de tierra, alegrarnos la vista con el colorido de las flores y recrear el oído con el canto de los pájaros.
A primeros de mayo la flor que más abunda es la de los lirios, que florecieron el pasado mes de abril y aún conservan su belleza en distintos colores; además hay otras variedades de plantas ornamentales, como rosas, dalias, camelias, tulipanes... 



En los primeros años del siglo XIX, el Real Jardín Botánico de Madrid era uno de los más importantes de Europa gracias, en gran parte, al botánico Antonio José Cavanilles, que era su director en aquellos tiempos y realizó una gran labor reorganizando el Jardín, el herbario y los semilleros. Por ese motivo, podemos ver una estatua dedicada a este gran botánico en el Paseo de las Estatuas del Jardín.



El Jardín está dividido en cuatro terrazas, que se pueden recorrer con facilidad empezando por la Terraza de los Cuadros, la más amplia y en la que se encuentran las plantas ornamentales, medicinales, aromáticas, de huerta y rosales antiguos.


La segunda es la Terraza de las Escuelas Botánicas, que consta de trece cuadros dispuestos en dos hileras, con diferentes tipos de plantas, desde las más primitivas como los helechos, hasta las más evolucionadas con flor. En este paseo hay doce fuentes y también podemos admirar la grandeza de varios árboles singulares, que destacan entre los demás.








La tercera es la Terraza del Plano de la Flor, en ella se encuentra la Plazoleta de los Castaños de Indias, las glorietas de los Tilos o el Estanque de Linneo, llamado así porque en él se encuentra un busto dedicado a Carlos Linneo o Carl von Linné, científico, naturalista, botánico y zoólogo sueco, al que se conoce como uno de los padres de la Ecología. 
Detrás del estanque aparece el Pabellón Villanueva, antiguo invernadero, convertido en galería de exposiciones temporales.



La cuarta y más alta es la Terraza de los Laureles, se creó en 2004 y es donde se expone la colección de bonsais que fue donada por el ex presidente Felipe González. Son muy interesantes y bellos estos ejemplares de árboles en miniatura, hay pinos, abetos, olivos, encinas...




En el interior del Jardín además hay invernaderos con ecosistemas diferentes, uno es el de Santiago Castroviejo Bolívar, donde se puede encontrar una gran variedad de plantas exóticas de zonas climáticas distintas, como desiertos, bosques templados o bosques tropicales húmedos.
Al otro se le conoce como La Estufa de Las Palmas y se construyó en el siglo XIX, actualmente reúne plantas tropicales, acuáticas, helechos y musgos que precisan de una gran humedad y calor.




Desde luego visitar y pasear por el Jardín Botánico es una estupenda manera de relajarse y olvidarse del bullicio de la ciudad, pero si además os apetece contemplar las maravillosas pinturas del Museo del Prado, lo tenéis justo enfrente de la salida, detrás de la estatua del pintor Murillo, en la plaza que lleva su nombre.



Más información sobre El Real Jardín Botánico de Madrid en su página web:
jardinbotanico/jardin/


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